Para poder determinar el precio final de tu producto o servicio deberás tomar en cuenta los costos y los gastos. La rentabilidad de tu emprendimiento estará determinada por el porcentaje de ganancia a obtener.
En este sentido, existen dos posibilidades extremas. Por un lado, puede que no estés obteniendo ninguna ganancia y sólo estés viendo flujo de efectivo pero sin un ingreso extra. Por otro lado, puede resultar exagerada, es decir, que estés ganando mucho sin una justificación real, lo que a la larga te traerá una pérdida de clientes.
Tenemos entonces que realizar un análisis de los costos y los gastos, es decir, lo que te cuesta a ti el producto a ofertar más los gastos indirectos que recaen en el proceso.
En muchas ocasiones utilizamos estas dos palabras casi como sinónimos, sin embargo, no lo son y para efectos técnicos del proceso de venta debemos distinguirlos.
El costo, se refiere a todo desembolso económico que se realiza para la producción del producto o servicio. Aquí entra toda la materia prima, los empaques, los pagos a ayudantes, presentación y gastos administrativos.
Mientras que un gasto, representa todo aquello necesario para la comercialización, es decir, lo relacionado con el funcionamiento de la venta. Pueden entrar el pago a vendedores, gastos de envío, pago de una renta, internet, luz, etc.
Para que tu emprendimiento sea rentable, el precio final, debe contemplar un margen de ganancia del 30% sobre el total de los costos y gastos que implica tu producto.
Aunado al cálculo de la inversión mencionada anteriormente, se deben agregar las horas invertidas en la realización, si es que se trata de algún producto artesanal.
En el siguiente video taller proporcionado por Gruppi, podrás retomar ejemplos para poder establecer tu precio final.
